Uno de los aspectos más llamativos y a la vez más característicos
al observar a los niños con TEA es la sensación insondable de aislamiento, de
aparente preferencia por la soledad. La dificultad en el establecimiento de
relaciones sociales adecuadas es una característica definitoria de los TEA.
Riviére (1997) describe el continuo de manifestaciones de estas dificultades de
relación social, desde la impresión de aislamiento completo, hasta la
existencia de motivación por relacionarse con iguales acompañada de cierta
conciencia de soledad. Así dependiendo de las personas y del momento vital en
el que se encuentren, podemos encontrar personas con TEA con una aparente
desconexión del medio social y una marcada preferencia por la soledad, hasta
personas que aún con un claro deseo de relacionarse con los demás, carecen de
las habilidades necesarias para ello.
Las dificultades en el ámbito social que muestran las personas con
TEA, abarcan procesos y habilidades que son adquiridas en el desarrollo típico
de forma natural y sin esfuerzo aparente. Sin embargo en los niños con TEA, las
alteraciones en el ámbito social parecen estar presentes desde momentos
tempranos, afectando de este modo a la construcción del conocimiento social que
se forja en base a la interacción en el desarrollo típico.
Según Howlin 1986, la manifestación de los déficits sociales en las
personas con TEA cambian con el tiempo. Los niños más pequeños parecen tener
problemas más severos en el desarrollo social, mientras que los niños mayores
muestran problemas más específicos, generalmente relativos a las relaciones con
iguales.
Ejemplo de ejercicios para trabajar las habilidades sociales.
Contacto visual- A través del contacto visual obtenemos mucha
información sobre el mundo que nos rodea. Los bebes por ejemplo tienen mucho
contacto visual, fascinados con la gente quieren interactuar con nosotros. Si
queremos que nuestro hijo aprenda más rápido, entonces tenemos que ayudarlo a
que mire más. Mejorara el contacto visual es vital para que nuestro hijo
aprenda a estar con otra gente de forma significativa.
1- Contacto visual. Masajes. Si al niño le gustan los masajes. Se
le ofrece ponerle crema para masajes sin perfume al niño, en las manos y en los
pies. Se le hace un masaje suave y después se le pide que mire a los ojos para
volver hacer un masaje. Es importante que le demos masajes al niño solo si él
se lo permite, y que se detenga a la menor señal de que ya no lo desea.
2- Contacto visual. Saltos. Ofrecer al niño subirse en un saltador
o en el sofá o en la cama, dependiendo contextos. Levantamos al niño en el aire
y lo hacemos aterrizar suavemente en la cama, cantando la palabra “salta”
“salta”. Luego le pedimos al niño que nos mire para el siguiente salto.
3- Contacto visual. Canciones. Se le dan al niño 5-6 imágenes de
sus canciones preferidas o se enganchan en pared de la sala del juego (por
ejemplo una araña en representación canción araña), después de haber demostrado
a su hijo la canción de cada imagen se le pide que toque con la mano la canción
que desea escuchar y se le pide que lo mire mientras canta.
4- Contacto visual. Vamos a hacer música. Se dejan en la mesa diferentes
instrumentos musicales de juguetes (trompeta, tambor, etc) y tocamos un
instrumento. Se le pide al niño que nos mire para seguir tocando, cuando el
niño no mire se deja de tocar el instrumento luego cuando nos vuelva a mirar se
sigue tocando el instrumento musical para conseguir el contacto visual
prolongado.
5- Atención compartida. Señalar un objeto de interés y que la persona con TEA muestre interés, por
ejmplo con libros de dibujos, a la vez que veis el libro, señalamos la imagen y
la nombramos. Esto demostrará al niño una forma de atención conjunta que puede
copiar.
6- Atención compartida. Hacer que el niño se interese por el objeto
de otra persona. Para ello le daremos un objeto al niño (un tren pequeño) para
que empiece a jugar, en un momento cogemos un camión grande con luces y
empezamos a jugar de forma muy graciosa, divirtiéndonos. Para que el niño deje
su objeto y comience a interesarse por el nuestro.
7- Esperar turno con la tablet. Se juega con la tablet algún juego
de interés del niño, luego cuando
haya acabado su partida, se le coge la tablet y se le dice ahora el papa y
enseguida nos ponemos a jugar, en las primeras partidas nos dejamos matar
pronto y luego vamos aumentando la espera del niño, para que pueda aprender la
habilidad social de esperar los turnos.
8- Comics, cuentos, o cinta de video donde nos puedan enseñar
alguna habilidad social, como saludar (decir hola, adiós), mediante la
diversión de mirar un video, libro, que pueda ser de interés del niño por su
atractivo de las imágenes.